China Airlines Flight 605 | Carshed En el Mar #CrashinSea
INTRODUCCIÓN
#ChinaAirlinesFlight605, también conocido como Dynasty 605, era un vuelo diario sin escalas que partía de Taipéi a las 6:30 a.m. y llegaba al Aeropuerto Kai Tak en #HongKong a las 7:00 a.m. hora local. Trágicamente, el 4 de noviembre de 1993, la aeronave se estrelló mientras intentaba aterrizar durante una tormenta. Este incidente marcó la primera pérdida significativa de una aeronave #Boeing747-400.
CASO DE ESTUDIO
Situado en medio de los altos edificios y las concurridas calles de Hong Kong, el Aeropuerto Kai Tak tenía una posición única y notable. A pesar de haber estado cerrado durante más de 25 años, sigue manteniendo un atractivo especial. Mencionar este aeropuerto hoy en día suscita un sentido de orgullo tanto en la gente de Hong Kong como en los pilotos que solían aterrizar allí. Es un recuerdo preciado para todos los involucrados.
Fue todo un desafío para los pilotos, poniendo a prueba sus habilidades de vuelo y valentía para aterrizar en este aeropuerto. Con una ciudad abarrotada y edificios altos por todas partes, los pilotos tenían que guiar cuidadosamente sus aviones para el aterrizaje, sin margen para errores. Era una tarea difícil que requería precisión y calma, maniobrando a través de espacios estrechos entre los rascacielos y asegurándose de que cada acción fuera perfecta. Los eventos de ese día fueron realmente inesperados.
Cuando los aviones iban a aterrizar en este aeropuerto, volaban muy cerca de los edificios. Las personas en los aviones podían ver lo que otras personas estaban haciendo en sus hogares e incluso verlos viendo la televisión. El aeropuerto se encontraba en un lugar rodeado de edificios muy altos y montañas por todas partes. Estaba en una isla rodeada casi por completo por el mar. Esta ubicación especial lo hacía realmente interesante tanto para los pilotos que volaban los aviones como para las personas dentro de los aviones. Podían ver la ciudad debajo de ellos, llena de actividad y emoción.
Por lo general, cuando un avión aterriza en un aeropuerto, sigue una trayectoria de vuelo recta y desciende gradualmente hacia la pista. Pero en el Aeropuerto Kai Tak, debido a la Montaña Lion Rock en dirección norte y a los edificios altos, los aviones no podían descender directamente a la pista. Así que, desde encima del mar, los aviones tenían que aproximarse desde el lado izquierdo de la ciudad de Hong Kong y luego girar bruscamente a la derecha. Después de hacer el giro a la derecha, los pilotos tenían que guiar con cuidado el avión a través de un espacio entre los edificios, siguiendo una marca de tablero de ajedrez colocada en una colina frente a ellos. Esto requería mucha precisión y precaución para garantizar un aterrizaje seguro.
Al descender, los aviones pasaban muy, muy cerca de los edificios, y un pequeño error del piloto podría haber causado un gran accidente.
A medida que el avión seguía la Trayectoria de Planeo entre los edificios altos, cuando se acercaba a ese punto de tablero de ajedrez, algo especial ocurría. El piloto tenía que hacer un
giro muy brusco a un ángulo de 47 grados para alinear el avión con la pista del Aeropuerto Kai Tak. Este giro era realmente importante para asegurarse de que el avión aterrizara de manera segura en la pista.
Justo unos segundos antes de aterrizar, hacer un giro tan brusco solía hacer que el corazón de cualquier piloto experimentado se acelerara, al igual que el de los pasajeros. Justo después de tomar ese giro, en los siguientes momentos, el piloto alineaba hábilmente el avión con la pista del aeropuerto y lo aterrizaba en el lugar correcto. Fue un momento tenso pero emocionante para todos a bordo.
Durante este tiempo, no había margen para errores o descuidos, porque había un mar profundo en todos los lados de la pista. Si, por alguna razón, el piloto no pudiera detener el avión antes de que terminara la pista, el avión podría haber caído directamente al mar. Así que todo debía hacerse perfectamente para garantizar un aterrizaje seguro.
En la mañana del 4 de noviembre de 1993, alrededor de las 7 en punto, algo importante estaba ocurriendo en el Aeropuerto Kai Tak de Hong Kong. Un avión llamado China Airlines 605 iba a aterrizar desde Taipéi. Este avión, un flamante Boeing 747-400 con el número de registro B-165, había sido entregado a China Airlines hace apenas 5 meses. Hasta el día del accidente, este gran y moderno avión había volado unas 1,969 horas. Este avión masivo estaba equipado con cuatro potentes motores de la compañía Pratt & Whitney. Estos motores, conocidos como motores turbofan PW4056, eran los que hacían volar al avión.
El capitán de 47 años, cuyo nombre no fue revelado por alguna razón, estaba al mando del avión. Antes de unirse a China Airlines, había sido piloto de combate en la Fuerza Aérea de la República de China. El capitán tenía una experiencia total de vuelo de 12,469 horas, de las cuales 3,559 horas se habían dedicado a volar aviones como el Boeing 747. De manera similar, el primer oficial de 37 años también tenía experiencia como piloto de combate en la Fuerza Aérea de la República de China. Había acumulado una experiencia de vuelo de 5,705 horas. Ambos eran pilotos experimentados con un historial de volar aeronaves potentes.
Durante su aproximación final al aterrizaje, mientras el Vuelo 605 seguía la marca de tablero de ajedrez, el clima de repente empeoró. La visibilidad disminuyó a solo 5 kilómetros debido a las condiciones climáticas adversas.
En las desafiantes condiciones climáticas, un avión de McDonald Douglas aterrizó de manera segura en el aeropuerto apenas unos minutos antes del Vuelo 605. Al ver esto, los pilotos del Vuelo 605 se sintieron esperanzados de que también podrían aterrizar sin problemas. Sin embargo, a medida que el avión seguía descendiendo, el clima empeoró rápidamente. La torre de Control de Tráfico Aéreo (ATC) informó al piloto sobre los detalles climáticos finales, indicando que los vientos alrededor del aeropuerto estaban soplando a velocidades superiores a 25 nudos. Tomando esta información climática en serio, el piloto comenzó a configurar todos los ajustes de control y la velocidad del aire de acuerdo con la lista de verificación de aterrizaje. Ajustaron la posición del flap a 30 grados y la velocidad de aire de aterrizaje a 140 nudos. También armaron los frenos de velocidad para que se aplicaran automáticamente al aterrizar y ayudar a frenar el avión en la pista.
A medida que el Vuelo 605 se aproximaba a unos 1000 pies mientras seguía la marca de tablero de ajedrez, los fuertes vientos y la lluvia dificultaron el control de la velocidad del aire del avión. Ante este desafío, el capitán tomó la decisión de desactivar el modo de piloto automático y tomar el control manual del avión. Debido a la complicada aproximación al aterrizaje y a las malas condiciones climáticas en el aeropuerto, el capitán estaba luchando por supervisar y entender la velocidad del aire y la altitud del avión. En la moderna cabina del Boeing 747, la información sobre la actitud, la velocidad del aire y la altitud se mostraba en una única pantalla. Debido a que la velocidad del aire cambiaba con frecuencia debido a los fuertes vientos, es posible que el capitán haya tenido dificultades para interpretar las lecturas de la pantalla con precisión. Sin embargo, con la ayuda del primer oficial, el capitán de alguna manera lograba controlar la velocidad del aire.
A medida que el vuelo se acercaba a la marca de tablero de ajedrez y comenzaba a realizar el giro brusco a la derecha para la pista, fue entonces cuando una alarma de advertencia sonó en la cabina. Al mismo tiempo, otras alarmas como la advertencia de proximidad al suelo y la advertencia de desalineación de la senda de planeo también comenzaron a sonar repentinamente.
En este tipo de aproximación de aterrizaje IGS (Sistema de Guía por Instrumentos), cuando el avión se acerca mucho al suelo, este tipo de advertencias no son algo inusual. El capitán comienza a tratar de alinear el avión con la pista. Sin embargo, debido a los fuertes vientos que vienen de frente, resultó bastante difícil alinear el avión con la línea central de la pista.
Moviéndose rápidamente, el avión tembloroso toca la pista, alrededor de 480 metros antes del umbral del punto de aterrizaje de la Pista 13.
Según la configuración automática, los frenos de velocidad se aplican automáticamente tan pronto como se toca la pista. Sin embargo, aproximadamente 2 o 3 segundos después de aterrizar en la pista, cuando el capitán debería haber colocado la palanca de control en modo inverso, hay un error en el que la palanca se tira accidentalmente hacia adelante en su lugar. Esta acción no intencionada provoca que los frenos de velocidad se desactiven. Aunque el capitán se da cuenta del error rápidamente y mueve rápidamente la palanca de control en modo inverso, el movimiento apresurado hace que pasen por alto que los frenos de velocidad ya se han desactivado. Por lo general, es mediante la combinación de frenos de velocidad, frenos automáticos y la palanca de control en modo inverso que los pilotos detienen suavemente el avión en la pista. Ahora, debido a la acción incorrecta de la palanca de control que provocó que los frenos automáticos se desactivaran, el avión, que corre por la pista, comienza a desviarse ligeramente hacia la dirección derecha del centro de la pista mientras acelera.
El capitán intenta guiar rápidamente el avión de regreso a la línea central. De repente, el copiloto nota los frenos automáticos e inmediatamente le dice al capitán que use los frenos manuales. Sin perder tiempo, ambos pilotos presionan los pedales de freno con los pies. Pero para este momento, ya había pasado mucho tiempo, y el capitán se da cuenta de que era casi imposible detener el avión antes de que se acabara la pista. Al ver esto, toma una decisión audaz y gira deliberadamente el avión hacia el lado izquierdo, con el objetivo de evitar que el avión caiga al mar antes de que se acabe la pista.
Rompiendo el límite de la pista, el Vuelo 605 finalmente se estrella en el mar.
Debido al mal clima, los servicios de emergencia del aeropuerto, que ya estaban en alerta, envían de inmediato la brigada de bomberos y ambulancias al lugar del accidente.
Haciendo su mejor esfuerzo, la tripulación de vuelo inició de inmediato el proceso de evacuación.
Diez personas sufrieron lesiones leves en este incidente. A pesar de que el accidente fue lo suficientemente grave como para que el avión nuevo se considerara una pérdida total, es notable que, en esta tragedia, todos los pasajeros y miembros de la tripulación estuvieran a salvo y bien.
El avión fue retirado del agua y colocado en un lado del aeropuerto. Los daños al avión eran tan extensos que repararlo ni siquiera se consideró. Según la investigación, cuando la velocidad del aire del avión no podía ser controlada y sonaban numerosas alarmas de advertencia en la cabina, el capitán debería haber cancelado el aterrizaje en los últimos momentos y realizado un “go-around” (maniobra de aborto de aterrizaje). El capitán fue considerado responsable del accidente por múltiples razones. No solo no entendió correctamente su aproximación al aterrizaje, sino que tampoco pudo comunicarla de manera efectiva al primer oficial.
Unos minutos antes del aterrizaje del Vuelo 605, un vuelo de British Airways también decidió cancelar su aterrizaje debido a las malas condiciones climáticas.
Por lo tanto, los investigadores reconocieron que el capitán del Vuelo 605 también debería haber elegido cancelar el aterrizaje. Junto con el capitán, el primer oficial también fue considerado culpable por no tomar la acción adecuada en respuesta a las alarmas de advertencia que sonaban en la cabina.
Además, debido a la aplicación tardía de la palanca de empuje en reversa, el avión no pudo detenerse antes del final de la pista, lo que resultó en que el avión rompiera el límite del aeropuerto y terminara en el mar.
También se criticó a China Airlines por no
proporcionar información precisa sobre aterrizajes con viento cruzado en su
entrenamiento de pilotos y manuales de usuario en este incidente. La falta de
orientación adecuada sobre estos aterrizajes con viento cruzado fue duramente
condenada.
Aterrizar en el Aeropuerto Kai Tak era una tarea
arriesgada debido a su densa población, edificios altos y montañas
circundantes.
Finalmente, en 1998, después de 5 años de este
incidente, el aeropuerto fue cerrado de manera permanente.
Y a unos 29 kilómetros de distancia, se inauguró
un nuevo Aeropuerto Internacional de Hong Kong.
